Promoción de salud, de la retórica a la acción

Los profesionales que trabajamos en la promoción de salud tenemos siempre una preocupación que nos persigue: pensamos que se realiza poco trabajo en nuestro campo, siempre opinamos que habría que realizar más, que es insuficiente lo que se hace. En estas reflexiones sobre el siempre escaso trabajo de promoción se enmarca el artículo de Olga López-Dicastillo et al. (1) recientemente publicado en Gaceta Sanitaria “Cinco paradojas de la promoción de salud”. Las autoras enumeran cinco rasgos que están detrás de la poca práctica de la promoción en nuestro medio. A mí me gustan los cinco ejes identificados, que creo que son barreras reales a la práctica de la promoción en cualquier nivel, tanto de los profesionales de atención primaria como otros actores de la práctica promotiva en otros entornos. Creo que las “cinco paradojas” nos podrían orientar a hacer más promotiva nuestra salud comunitaria y nuestra salud pública.

Los cinco ejes presentan un polo centrado en la práctica profesional “mejorable” y otro polo se describe como práctica “deseable” en una perspectiva de promoción de salud. Una forma que me parece que nos puede ser útil para ir un poco más allá en estas reflexiones es razonar que, poca o mucha, se realizan prácticas de promoción y se pueden identificar las que son de calidad y se basan en una, dos o más de las “paradojas”. Podemos idenficarlas entre los proyectos que aparecen en la Red de Actividades Comunitarias del Programa de Actividades Comunitarias de Atención Primaria, el PACAP. Estos “Ejemplos de Buena Práctica” pueden convertirse en nuestras referencias para superar las barreras a la implementación de buena promoción de salud. Naturalmente que no solo necesitamos los buenos ejemplos, también necesitamos que las prácticas se extiendan, se difundan de forma masiva entre los profesionales. Y en este campo también sabemos algunas cosas importantes.

Hace algunos años, en un estudio (2)  en el que entrevistamos a una muestra representativa de médicos de familia de Madrid, el País Vasco y Andalucía, les preguntamos sobre qué legitimidad otorgaban a diferentes fuentes de de información sobre su práctica profesional y los resultados son los que aparecen en la Figura 1. Las cinco fuentes mas valoradas por estos profesionales fueron, los compañeros médicos, las organizaciones científicas, las instituciones académicas, las auditorías internas y las sociedades profesionales. Esto se aplica a los médicos pero es muy probable que se aplique a todas las profesiones sanitarias.

La combinación de estos “Ejemplos de Buena Práctica” y la utilización de fuentes legitimadas pueden ser un instrumento poderoso para ayudarnos a superar las “cinco paradojas” que citan las autoras del artículo.

 

 

 

 

 

 

Luis Andrés López es profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública, con amplia experiencia en el área de Promoción de la Salud

 

Referencias

1) López-Dicastillo, O; Canga-Armayor, N.,Mujika A, Pardevila-Belio, M.I., Berlinxon, M.; Serrano-Monzó, I.; Pumar-Pérez, M.J. “Cinco paradojas de la promoción de salud” Gac. Sanit. 2017 (avance on line)

2) López Fernández,L.A., Jiménez Martín, J.M. Luna del Castillo, J.D. Solas Gaspar, O. Martínez Millan, J; De Manuel Keenoy E. “Sources of influence on medical practice” J Epidemiol Community Health, 54 (2000), pp. 623-630.