El 28 de mayo de 2017 el diario de información general hindú The Asian Age publicó un artículo sobre los riesgos para la salud de las radiaciones emitidas por teléfonos móviles. La fuente científica utilizada por el autor de la información periodística era la revisión sistemática Association between radiation from mobile phones and tumour risk in adults publicada en Gaceta Sanitaria. Dos días más tarde, otro diario hindú, Deccan Chronicle, publicó el mismo artículo, tanto en su edición digital como en papel. Estos dos diarios son dos publicaciones hermanas editadas en inglés y con contenidos comunes: el Deccan Chronicle se distribuye en el Sur de India y The Asian Age en el resto del país y en Londres. Entre las dos cabeceras tienen una circulación impresa que supera ampliamente el millón de ejemplares, algo mayor que la del New York Times y muy superior a la de cualquier diario de calidad europeo. La visibilidad mediática que tuvo Gaceta Sanitaria en esta ocasión, considerando las ediciones impresas y digitales, fue sin duda considerable.
La aparición de Gaceta Sanitaria en medios asiáticos –y, en general, no españoles– es anecdótica, pero ilustra su potencial impacto mediático y las insospechadas repercusiones que pueden tener la revista y sus artículos en medios de todo el mundo. El análisis riguroso del impacto mediático de Gaceta Sanitaria está pendiente de realizar, pero en una rápida búsqueda realizada en la base de datos LexisNexis Academic, desde 2000 hasta agosto de 2017, encontramos que la revista y los trabajos que publica han merecido 23 informaciones en El País, 21 en la agencia EFE, 9 en el diario La Verdad y 8 en El Mundo, entre otros medios. El potencial de los blogs es también destacable (solo en NCYT Amazings, hay 15 menciones a estudios publicados en la revista, el último el pasado 27 de junio, sobre los problemas de salud relacionados con los fraudes financieros). Si complementamos la búsqueda en la base de datos de medios Factiva, constatamos que el medio que más eco se hace de Gaceta Sanitaria es la agencia Europa Press, con 74 menciones desde 2000, la última del pasado 19 de agosto (Los españoles duermen menos de las 8 horas recomendadas, según un estudio de la UMU).
A nadie se le escapa que la inmensa mayoría de estas noticias han sido propiciadas por los comunicados de prensa que difunde Gaceta Sanitaria. Son casi siempre los artículos que se destacan en estas notas –y no otros– los que tienen eco en los medios. También es habitual que la mayoría de estas informaciones reproduzcan en buena medida el texto de la nota de prensa y no vayan más allá en cuanto a la contextualización de la información con otros estudios y otras fuentes. La influencia manifiesta de las notas de prensa sobre investigaciones biomédicas en los artículos periodísticos ha sido ampliamente estudiada en la prensa internacional y y nacional.1, 2 Pero esta constatación no parece haber resquebrajado la creencia ampliamente extendida de que las exageraciones y otras deficiencias de la información periodística sobre salud son responsabilidad prácticamente exclusiva de los periodistas. Pero esto no es así, ni mucho menos.
La publicación en 2014 de una investigación del equipo de Petroc Sumner3 mostró que la mayoría de las exageraciones periodísticas tienen su origen en los comunicados de prensa elaborados en la propia comunidad científica. Cuando las notas de prensa contenían exageraciones, el 56-86% de las informaciones periodísticas relacionadas reproducían exageraciones similares, mientras que cuando las notas de prensa no contenían exageraciones, apenas el 10-18% de los textos periodísticos exageraban los hallazgos del estudio en cuestión.
Sostener que las deficiencias de las notas de prensa “causan” las exageraciones periodísticas sería caer en un error, pues el trabajo de Sumner es un estudio observacional que solo pone de relieve algunas correlaciones y sospechas interesantes. Otro estudio observacional previo ya sugería que las notas de prensa de alta calidad parecen mejorar las informaciones periodísticas, mientras que las de la baja calidad parecen empeorarlas.4 Para ir más allá y esclarecer hasta qué punto las notas de prensa de distinta calidad influyen en la calidad de las noticias el grupo de Sumner ha anunciado en The Guardian que está realizando un estudio aleatorio.5 Sea cual sea el resultado de este experimento todavía no publicado, parece claro que los editores de revistas científicas y demás instituciones que difunden notas de prensa tenemos la gran responsabilidad de procurar que estas notas sean rigurosas y no distorsionen los hallazgos científicos. Esta responsabilidad es mayor si cabe en estos tiempos en los que el periodismo científico está haciendo un cierto mutis por el foro y las informaciones periodísticas profesionales están siendo reemplazadas en gran medida por notas de prensa. A pesar de las reticencias que todavía tienen algunos investigadores a colaborar en la elaboración de las notas de prensa y a interactuar con los periodistas, su implicación es clave para mejorar la calidad de la información.
Gonzalo Casino. Profesor de periodismo científico de la Universidad Pompeu Fabra
Referencias
1. Entwistle V. Reporting research in medical journals and newspapers. BMJ. 1995; 310(6984):920-923.
2. Casino G. Información de las revistas de biomedicina mediada por comunicados de prensa. El caso del diario El País. Panace@. 2015;16(42)151-157.
3. Sumner P, Vivian-Griffiths S, Boivin J et al. The association between exaggeration in health related science news and academic press releases: retrospective observational study. BMJ. 2014;349:g7015. doi: 10.1136/bmj.g7015
4. Schwartz LM, Woloshin S, Andrews A et al. Influence of medical journal press releases on the quality of associated newspaper coverage: retrospective cohort study. BMJ. 2012:344:d8164.
5. Chambers C, Sumner J, Boivin S et al. Science and health news hype: where does it come from? London: The Guardian. 10 diciembre 2014. Disponible en: http://www.theguardian.com/science/blog/2014/dec/10/science-health-news-hype-press-releasesuniversities