La industria alimentaria y su papel en la investigación científica.

En primer lugar, cabe felicitar la realización de una mesa temática en la XXXIV Reunión Científica de la SEE (2016) sobre un tema tan relevante como es la influencia de la industria alimentaria en la financiación de los estudios en nutrición y salud, así como su posterior divulgación como artículo especial en Gaceta Sanitaria1.

Actualmente, comprobamos que la independencia de los centros académicos es cada vez menor2, como se describe en el estudio de Anderson et al.3 en el que se examinaron 50 compañías farmacéuticas y se vio que el 40% de las 47 que aportaron datos tenían al menos un miembro de su consejo ejerciendo además una posesión de liderazgo en un centro médico académico.

Por otro lado, la financiación por parte de las grandes corporaciones en la producción científica en todos los ámbitos, incluyendo la industria alimentaria, es cada vez mayor4. A día de hoy, parece innegable el papel cada vez más importante que tiene la industria alimentaria en la investigación científica y generación de conocimiento. En el artículo La financiación de la industria y la investigación epidemiológica sobre nutrición y salud1 se menciona la importancia de la financiación de la industria alimentaria en los resultados sobre las bebidas azucaradas, pero además hoy en día conocemos también la relación entre la financiación de la industria alimentaria y los resultados favorables hacia los productos lácteos5, así como con otros muchos tipos de alimentos tal y como se recoge en el original breve6 publicado recientemente en Gaceta Sanitaria. Sin embargo, estamos aún lejos de conocer en profundidad la influencia de la industria alimentaria como se conoce ya la de la industria del tabaco, alcohol y farmacéutica.

Por otro lado, debemos ser conscientes, como reflexionan los autores Monterio y Cannon7, que cada vez es más aceptado por la ONU, gobiernos, instituciones de salud pública y círculos científicos, que la prevención y control de enfermedades crónicas no se puede alcanzar si no es mediante asociaciones público-privadas, es decir, con colaboraciones del sector privado.

Sin embargo, cuando uno examina estas asociaciones de cerca, ve claramente, que ellas no representan a la totalidad de la industria alimentaria, en su conjunto, sino que, suelen ser colaboraciones con las grandes compañías transnacionales (Big Food and Big Snack), y sus intermediarias, incluidas las industrias de alimentos ultraprocesados y sus distribuidores. Son colaboraciones público-privadas que nos recuerdan a las realizadas por las industrias del tabaco y del alcohol, y que además dejan fuera a las industrias nacionales, familiares o de alimentos orgánicos.

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En la actualidad, contra la epidemia de las enfermedades crónicas, parece esencial la asociación con industrias alimentarias cuyos intereses no entren en conflicto con los de la salud. El intentar excluir a la industria alimentaria de la investigación, tal y como sugiere Napoleón Pérez-Farinós1, nos parece de momento poco factible por la creciente interrelación entre ambos sectores, así como a la posible pérdida de oportunidad en la investigación pues, sin duda, parte de la investigación se hace gracias a la financiación de la industria, y más aún en épocas de austeridad como en la que nos encontramos.

Nosotros abogaríamos por la creación de entidades independientes que se encargasen de regular la financiación de los estudios, así como por la máxima transparencia en las investigaciones durante todo el proceso científico dentro de un adecuado marco legal y, como menciona Ascensión Marcos1, que atienda a principios éticos fundamentales establecidos.

En ese sentido, se ha observado que en estudios que no declaraban el tipo de financiación, se encontraban resultados más positivos para la industria que aquellos que la declaraban8. Del mismo modo, se observó que en aquellos artículos en los que la financiación no era declarada, estos eran de peor calidad científica9.

Por último, nos gustaría citar la revisión de Mialon et al.10 que resume las múltiples estrategias realizadas por la industria alimentaria para influir en la ciencia que son mucho más numerosas que la financiación, tales como la manipulación del mensaje, o la utilización de acciones legales entre otras.

No hay duda que el estudio de la influencia que las industrias tienen en la generación y difusión del conocimiento es un área que requiere atención de los investigadores y profesionales de la salud pública.

Referencias

  1. Navarrete Muñoz EM, Tardón A, Romaguera D, et al. La financiación de la industria alimentaria y la investigación epidemiológica sobre nutrición y salud. Gac Sanit. 2017. Doi: 10.1016/j.gaceta.2017.04.002
  2. Pearce N. Corporate influences on epidemiology. Int J Epidemiol. 2008;37:46-53.
  3. Anderson T, Dave S, Good C, et al. Academic medical center leadership on pharmaceutical company board of directors. JAMA. 2014;311:1353-5.
  4. Nestle M. Food politics: how the food industry influences nutrition and health. Berkeley: University of California Press, 2013.
  5. Wilde P, Morgan E, Roberts J, et al. Relationship between funding sources and outcomes of obesity-related research. Physiol Behav. 2012;107:172-5.
  6. León J, Pastor-Valero M, Hernández I. Una evaluación crítica de la relación entre la industria alimentaria y la investigación en salud. Gac Sanit. 2017;31:320-3.
  7. Monteiro A, Cannon G. The impact of transnational “Big Food” companies on the south: a view from Brazil. PLos Med. 2012;9:e1001252.
  8. Diels J, Cunha M, Manaia C, et al. Association of financial or professional conflict of interest to research outcomes on health risks or nutritional assessment studies of genetically modified products. Food Policy. 2011;36:197-203.
  9. Myers EF, Parrot JS, Cummins DS, et al. Funding source and research report quality in nutrition practice-related research. PLoS One. 2011;6:e28437.
  10. Mialon M, Swinburn B, Sacks G. A proposed approach to systematically identify and monitor the corporate political activity of the food industry with respect to public health using publicly available information. Obes Rev. 2015;16:519-30.

Josep León Mengíbar. Residente de Endocrinología y Nutrición. Servicio de Endocrinologia y Nutrición, Hospital de Sabadell, Corporación Sanitaria Parc Taulí. Barcelona, España.

Autor del original breve: Una evaluación crítica de la relación entre la industria alimentaria y la investigación en salud6.