Las desigualdades por renta son un problema importante en todo el mundo. Las últimas protestas en ciudades de Chile, Ecuador, Argelia, Francia y Etiopía mostraron al mundo que cualquier país, incluso aquellos con mayor estabilidad y solidez económica, se enfrentan inevitablemente a las consecuencias negativas de la extrema concentración de riqueza y desigualdad. A medida que la pobreza se concentra más en ciertas ciudades, la rápida urbanización e inequidad están disparando alarmas. El abismo entre los que tienen y los que no, no es tan amplio en ningún lugar como lo es en América Latina. Diecinueve de las 30 ciudades más desiguales del mundo se encuentran en esta región, donde el 80 por ciento de la población vive en ciudades, en comparación con el promedio global del 51 por ciento.
Estas inequidades tienen una serie de impactos en la vida cotidiana de los residentes en ciudades. Pero los titulares rara vez se centran en los impactos de la inequidad social y financiera en la salud y la esperanza de vida.
En 2017, la Escuela Dornsife de Salud Pública de la Universidad de Drexel se asoció con un grupo diverso de instituciones de los Estados Unidos y América Latina para lanzar el proyecto de investigación Salud Urbana en América Latina (SALURBAL). El proyecto, financiado por la iniciativa ‘Our Planet, Our Health’ de Wellcome Trust, recopila datos sobre numerosos elementos del entorno social y construido en más de 370 ciudades latinoamericanas para analizar el impacto en los resultados de salud, equidad en salud y sostenibilidad ambiental. Los resultados de este esfuerzo de varios años buscan proporcionar una imagen más clara para los encargados de formular políticas en las ciudades de la región que están en constante cambio.
Esperanza de vida y desigualdad
Las inequidades en salud pueden manifestarse de varias maneras, entre ellas en la esperanza de vida de distintos grupos de personas. Para comprender los patrones de mortalidad y esperanza de vida en las ciudades de América Latina, SALURBAL ha reunido los registros de mortalidad de todas las muertes registradas en 366 ciudades de 10 países entre 2011 y 2015. En el gráfico que se presenta a continuación, cada círculo representa una ciudad cuya ubicación demuestra la esperanza de vida general de la ciudad, con hombres representados en el panel izquierdo y mujeres en el derecho. Las grandes disparidades en la esperanza de vida promedio son claras entre los países y dentro de ellos.
Cuando la esperanza de vida promedio en estas ciudades se compara con el número promedio de años de logro educativo entre hombres y mujeres en cada ciudad, podemos ver que las ciudades con niveles más altos de educación experimentan a su vez niveles más altos de esperanza de vida, revelando disparidades en el acceso a educación y salud en toda la región.
Los resultados de SALURBAL también exponen que algunas de las ciudades con la esperanza de vida más alta de la región tienen, a su vez, enormes desigualdades dentro de ellas.
Por ejemplo, los siguientes mapas presentan diferencias en la esperanza de vida en áreas más pequeñas de Santiago de Chile y Buenos Aires, Argentina. Mientras que los residentes de la comuna central de Santiago de Chile experimentan una esperanza de vida promedio de más de 90 años, las personas que viven en otras partes de la ciudad pueden vivir en promedio de 73 años. Una brecha similar pero menor en la esperanza de vida se puede ver en Buenos Aires, donde la esperanza de vida varía de 73 años a más de 81 años.
¿Qué pueden hacer las ciudades sobre la desigualdad en la salud y esperanza de vida?
Al adoptar un enfoque de ‘Salud en Todas las Políticas’ (STP), las ciudades pueden crear entornos que promuevan una mejor calidad de vida entre quienes experimentan inequidades en salud y una menor esperanza de vida. Recientemente, el proyecto SALURBAL desarrolló un resumen de políticas para líderes municipales que describe los principios básicos de un enfoque de STP para comprender cómo los entornos urbanos afectan la salud y cómo las políticas e intervenciones urbanas en todos los sectores pueden afectar la salud de quienes viven en ciudades. Este resumen de políticas fue coproducido por el proyecto SALURBAL en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y en él se describen las iniciativas de cada organización para avanzar en la implementación de STP.
El informe describe ejemplos de políticas implementadas en los sectores de transporte, vivienda y regulación de alimentos en ciudades latinoamericanas y la experiencia del proyecto SALURBAL tras evaluar los impactos en la salud de estas intervenciones, varias de las cuales están dirigidas específicamente a mejorar la calidad de vida de quienes viven en áreas de bajos ingresos en las ciudades. Por ejemplo, el sistema de teleférico TransMiCable en Bogotá conecta una comunidad de bajos ingresos que anteriormente no tenía acceso a transporte formal al sistema de tránsito rápido de autobuses TransMilenio. Asi mismo, Vila Viva en Belo Horizonte, Brasil, y un proyecto de regeneración urbana en Chile tienen como objetivo mejorar las condiciones de vivienda y vecindario de las personas que viven en asentamientos informales y complejos de viviendas sociales.
Finalmente, se requiere de evidencia adicional sobre el impacto en la salud de las políticas e intervenciones en múltiples sectores para apoyar la integración efectiva de la salud en las políticas de todos los sectores y que así se mejore la calidad de vida y se aborden las inequidades en la salud. El equipo de SALURBAL está trabajando para crear una base de evidencia crítica que respalde la toma de decisiones y la planificación urbana para ciudades más inclusivas, equitativas y sostenibles en la región de América Latina y más allá.
Para más información visite http://www.lacurbanhealth.org e inscríbase en el boletín trimestral del proyecto SALURBAL.
Realizado por miembros del proyecto SALURBAL.
Colaboradores:
Jaime Miranda
Claire Slesinski
Katy Indvik
Usama Bilal
Andrea Bolinaga