La Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) como sociedad científica que aborda los riesgos ambientales que pueden afectar a la salud de las personas, ha dedicado parte de su actividad durante 2019 a reivindicar que uno de los efectos más devastadores que traerá consigo el cambio climático serán los efectos sobre la salud y este fue uno de los motivos por los que se eligió para nuestro XV Congreso el lema «LA SALUD AMBIENTAL ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO».
Reivindicamos en su momento a los Ministerios implicados y a los grupos parlamentarios, que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que se encontraba en fase de anteproyecto, no contenía ninguna mención a estos efectos. Entendíamos que la ley debería ser una oportunidad excelente para introducir la salud como un elemento clave entre los impactos del Cambio Climático.
El que la salud estuviera ausente en el Anteproyecto era injustificable cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el horizonte 2030 habrá 250 mil muertes adicionales al año atribuidas a los efectos del cambio climático, cuando según el último informe especial del Panel Intergubernamental en cambio Climático (IPCC) afirma que incluso si el calentamiento global se limitase a 1,5ºC, más de 350 millones de personas podrían estar expuestas a morir de calor extremo en 2050, cuando es esperable una expansión significativa de varios vectores transmisores de enfermedades, y cuando se prevé que se verán afectadas la seguridad alimentaria y nutricional en nuestro planeta. Esperamos que en la legislatura que comienza, se asuman los cambios en este sentido y se mejore el proyecto.
También actuamos cuando los nuevos gestores del Ayuntamiento de Madrid propusieron anular/reducir la zona de bajas emisiones conocida como Madrid Central. Manifestamos que era necesario no solo mantenerlo, sino ampliarlo y promover una evaluación rigurosa de sus resultados en cuanto a niveles de contaminación y resultados en salud y, debatir sosegadamente sobre los beneficios y los perjuicios (si es que los hubiera) que reporta la disminución del tráfico rodado y por tanto la emisión de contaminantes a la atmósfera.
El 17 de octubre el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) responsable de la elaboración de un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), cuyo objetivo es coordinar todas las medidas relevantes que deben tomarse en todos los sectores a los que el cambio climático pueda afectar, organizó un Taller Deliberativo Multisectorial, al que invitó, entre otros Organismos y Asociaciones, a la Sociedad Española de Sanidad Ambiental. El PNACC se inició en 2006, en este momento corresponde realizar un nuevo Plan, el PNACC-2, que se desarrollará durante el periodo 2021-2030, aunque se llevará a cabo mediante dos progresiones: 2021-2025, y 2026-2030.
El 28 de noviembre de 2019, el Parlamento Europeo declaró LA EMERGENCIA CLIMÁTICA e instó a la Comisión a garantizar que todas las propuestas legislativas y presupuestarias pertinentes estén totalmente alineadas con el objetivo de no incrementar la temperatura 1,5°C con respecto a niveles preindustriales y nuestro propio país se sumó reconociendo esta situación de emergencia.
En diciembre, hemos tenido la oportunidad de asistir en Madrid, a la Conferencia de las Partes (COP), que se establece como el órgano de decisión supremo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático. Al ser su vigésima quinta reunión, se ha conocido como la COP25. Este evento se vio fortalecido por la movilización en la calle de muchas miles de personas que solicitaban la rápida actuación de los mandatarios mundiales.
Se estableció una «zona verde» dedicada a la intervención de la sociedad civil. Hubieron diferentes actividades que abordaban aspectos de salud, entre otras la mesa con alcaldes sobre las políticas municipales frente contaminación atmosférica y cambio climático, o de ONG como Médicos del Mundo y medicusmundi que presentaron el “Diagnóstico: Planeta Enfermo. Impacto de la crisis climática en la salud” o se presentaron por parte del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social mesas sobre “Cambio climático y Salud: planes de vigilancia” o sobre “Contaminación del aire y salud”.
Como SESA colaboramos en dos eventos que se organizaron fuera de la sede oficial de IFEMA: el sábado, 7 de diciembre se celebró la «Global Climate & Health Summit. Acceleration: Driving Climate Action to Protect Health«, una sesión paralela celebrada en la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. En ella intervinientes de diversos países y organizaciones, políticos, profesionales de la salud, miembros de ONG, jóvenes activistas, etc., abordaron las diferentes problemáticas que ya se constatan sobre los efectos del cambio climático. La Ministra de Sanidad en funciones M.ª Luisa Carcedo, hizo pública la próxima presentación del “Plan de Salud y Medio Ambiente” que describirá todos los factores ambientales que afecten directamente a la salud de las personas, recogerá todas aquellas medidas para mitigar sus efectos, y que establecerá procedimientos para proteger la calidad del aire y agua, la radiactividad, la radiación ultravioleta, el ruido y eventos meteorológicos extremos entre otros.
Otra actividad en la que participamos fue en la Jornada “Infancia y Medio Ambiente” celebrada en el salón Ernest Lluch en la sede del Ministerio el pasado 11 de diciembre. La infancia es uno de los grupos más vulnerables en el contexto del cambio climático y más aún en poblaciones desfavorecidas. Está demostrado que la exposición a contaminación en la etapa prenatal y postnatal se asocia con alteraciones en el desarrollo de la corteza cerebral y pequeños retrasos en el desarrollo cognitivo así como a un mayor riesgo de partos prematuros, bajo peso al nacer o mayor incidencia de enfermedades crónicas en la infancia. De nuevo es #TiempoDeActuar.
En la COP25 aunque con ausencia de acuerdos políticos significativos, sí ha existido un amplio consenso científico y social en que la salud humana está estrechamente relacionada con la calidad ambiental, que esta a su vez depende del uso de combustibles fósiles lo que se considera la principal causa del cambio climático, y se ha establecido que los países deberán presentar compromisos climáticos antes de la próxima cumbre del clima de Glasgow, de modo que Naciones Unidas pueda elaborar un Informe de Síntesis previo a la COP26 que indique dónde estamos respecto al objetivo del Acuerdo de París de mantener la temperatura del planeta por debajo de un incremento de 1,5ºC.
SESA entiende que las sociedades científicas de salud pública, de manera transversal, debemos prestar gran atención a las amenazas presentes y futuras que nos depara el cambio climático, fortaleciendo y reorientando aquellas acciones de nuestras disciplinas que permitan anticiparse y adaptarse a sus consecuencias, minimizando el impacto del mismo en la salud de la población.
Somos conscientes de lo limitado de nuestra capacidad de influencia, si bien contamos con grandes aliados involuntarios, como aquellos políticos negacionistas, cuando afirman: “Nadie ha muerto tampoco de esto [contaminación atmosférica]» o «No quiero que se genere una alarma de salud pública, porque no la hay”. Estas declaraciones nos han servido de altavoz ya que han provocado una cadena de reacciones en contra desde la propia OMS, sociedades científicas, CSIC, asociaciones de pacientes afectados por enfermedades cardiorespiratorias, ciudadanos de forma individual y un largo etc. que han intervenido en medios y redes sociales, lo que ha servido para amplificar y concienciar de lo contrario que se proponía: cuando los políticos que no creen, nos ayudan a que otros crean…
Isabel Marín Rodríguez. Sociedad Española de Sanidad Ambiental