La acción comunitaria entendida como “la dinamización de las redes sociales de cooperación entre las personas de un determinado ámbito o espacio de convivencia” tiene la triple función de mejorar las condiciones de vida, reforzar los vínculos y potenciar las capacidades de las personas y comunidades para mejorar su bienestar1. Aquí la formación podría ser clave para consolidar esta triple función de la acción comunitaria y la promoción de la salud.
Esta manera de pensar se está reforzando en múltiples espacios de pensamiento y acción, entre los que se encuentran el Ministerio de Sanidad, los sistemas de salud de las comunidades autónomas, los espacios municipales, los colectivos profesionales, los barrios y las asociaciones orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas, y viene siendo objeto de múltiples planes, proyectos, estudios y publicaciones y monografías como las editadas por Gaceta Sanitaria y Actualización en Medicina Familiar 2,3.
Precisamente en esta línea se encuentra el artículo publicado en la revista Gaceta Sanitaria: “Propuestas para la orientación comunitaria de la atención primaria: identificar agentes clave para la formación”4 en el que entre sus resultados se establece que existe consenso: la formación tiene un papel clave en la orientación comunitaria de la Atención Primaria de Salud (APS). Y concluye que “ la orientación comunitaria de la APS es un objetivo que requiere el concurso de todos los niveles del sistema sanitario. Conocer y trabajar con los activos de la APS puede aportar propuestas para avanzar hacia la orientación comunitaria de esta”.
El artículo mira hacia los agentes claves para la formación entendidos estos como activos de la Atención Primaria para su orientación comunitaria. Esta mirada la hace desde el Proyecto de Apoyo a la Revitalización de la Atención Primaria Activos para la Salud Comunitaria (PARAC), del que se puede saber más en el siguiente vídeo:
El Proyecto PARAC ha permitido pilotar una estrategia de formación en salud comunitaria para especialistas internos residentes de medicina y enfermería familiar y comunitaria. Estudios futuros nos darán la oportunidad de explorar la perspectiva de jóvenes profesionales sobre las metodologías y contenidos a aprender en su proceso formativo.
Blanca Valls *, Adrian Cardo *, Mariano Hernán**.
*Medicina Familar y Comunitaria. Centro de Salu de Orgiva, Granada.
**Profesor honorario. Escuela Andaluza de Salud Pública. Granada.
Referencias
(1) Pérez Alonso E, Cofiño R, García Blanco D, Hernán García M. La brújula comunitaria. Orientaciones didácticas en acción comunitaria para ganar salud. Madrid: Ministerio de Sanidad; 2023. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/promocion/SaludComunitaria/OrientacionesDidacticas_AccionComunitaria.htm
(2) Botello Díaz B, Cubillo LLanes J, Gea Caballero V, March Llull S, Hernán García M, Segura Benedicto A. Informe SESPAS 2018. Salud comunitaria y administración local. 2018; 32(S1): 1-102. ISSN:0213-9111. Disponible en: https://sespas.es/2018/11/01/informe-sespas-2018-salud-comunitaria-y-administracion-local/
(3) Atención Comunitaria. AMF, Actualización en Medicina de Familia. 2021;17(5).ISSN:1885-2521.
(4) Cardo Miota A, Valls Pérez B, Gil García E, Hernán García M. Propuestas para la orientación comunitaria de la atención primaria: identificar agentes clave para la formación. Gac Sanit.. 2023;37. doi: https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2022.102269